En ocasiones se puede entender la internacionalización como una vía de escape cuando realmente no lo es, es una oportunidad de crecimiento rápido para empresas que realmente tienen algo que ofrecer al mercado, pero hay que ser prudente puesto que debemos disponer de una amplia experiencia y de un valor añadido percibido y valorado de nuestros productos en un entorno más cercano para poder emprender un camino hacia otros mercados.
Obviamente abrir nuestro negocio a otros mercados tiene multitudes de ventajas
- Aumento de clientes / beneficios
- Reducir costes con la subcontratación de procesos productivos a un bajo coste
- Desarrollar nuevas competencias, abriendo una sede en un país con un mayor desarrollo tecnológico
- Distribución del riesgo, es decir, nuestros ingresos no dependerán de un solo mercado por lo que hay menos riesgo de pérdidas.
Por supuesto los riesgos y desventajas también son múltiples
- Costes de estudio
- Distancia (costes de distribución)
- Diferentes hábitos de consumo de los habitantes de otros países
- Desconfianza o discriminación
- Mayor riesgo financiero por Tipo de cambio
- Competencia con mercados mas calificados
- Conocimiento de la legislación del país al que pretendemos exportar ( normativa sanitaria, especificaciones técnicas, normas de seguridad etc)
En cualquier caso se debe hacer un estudio minucioso de cada empresa en concreto, haciendo estudios de mercado así como de la situación política y económica del país. Debe ser un proceso minucioso pues es un importante paso en la vida de una empresa.
En próximas entregas seguiremos tratando acerca de aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de internacionalizar una empresa.