El objetivo final del análisis DAFO es alcanzar una estrategia capaz de lograr un equilibrio entre la capacidad interna de la empresa y su posición competitiva externa.
Las estrategias deben ser operativas, de ahí deriva la necesidad de formular objetivos específicos y proyectos (líneas de acción) que posean un mayor nivel de especificidad.
Al combinar aspectos del presente (fortalezas y debilidades) con otros del futuro (oportunidades y amenazas) se pueden determinar cuatro tipos que podemos denominar como estrategias combinatorias del presente y el futuro:
- Estrategias defensivas: Pretenden dar respuesta a situaciones del entorno desfavorables apoyándose para ello en los puntos fuertes. Es decir, la empresa esta preparada para enfrentarse a las amenazas
- Estrategias ofensivas: Tratan de obtener el máximo provecho de una situación favorable que existe en el entorno. La empresa por tanto debería adoptar una estrategia de crecimiento para resaltar sus ventajas competitivas.
- Estrategias de supervivencia: La empresa se enfrenta a amenazas externas sin las fuerzas internas necesarias para luchar contra la competencia, se deben evitar los efectos de las situaciones del entorno sobre los aspectos internos.
- Estrategias de reorientación: Existen oportunidades que se pueden aprovechar pero la empresa carece de los recursos suficientes para ello. Se debe tratar de aprovechar una situación positiva del entorno para corregir debilidades internas, siendo necesario para ello cambios en la política de la empresa o del producto o servicio que se ofrece.